En una entrevista de trabajo, los primeros minutos de la reunión pueden tener una influencia decisiva en el desarrollo del resto del proceso.
1. Ten en cuenta que la entrevista de trabajo comienza cuando sales de casa.
La reunión comienza antes del apretón de manos.
Tu reclutador podría estar en la misma cola de la cafetería que tú, así que asegúrate de proyectar un aire amistoso, seguro y también especializado desde el momento en que salgas de tu casa.
Tendrás que asegurarte de presentarte a tiempo, incluso antes de la rutina.
Ofrezca a los suyos tiempo suficiente para llegar con paso firme y también para tomarse un pequeño descanso. Charle con la recepcionista, silencie su teléfono móvil y eche un vistazo al lugar: puede servir para tener una breve charla más tarde.
Evita caer en incidentes de última hora, querrás existir por ti mismo como tranquilidad y también arreglado, no preocupado y también desprevenido.
Lo que hay que evitar:
Cuando oí a alguien hablar por teléfono fuera de nuestro edificio refunfuñando ruidosamente sobre lo temprano que iba a ser la entrevista.
Cuando llegué a la siguiente reunión comprendí que ese individuo era mi siguiente prospecto. No fue un comienzo brillante…
2. Trate a cada persona como si fuera su reclutador.
Asegúrese de ser cortés y también amable con todas las personas que encuentre a lo largo del proceso de elección.
Desde el saludo a la persona que está en el mostrador de recepción, hasta las personas con las que comparte el ascensor o con las que se cruza en el pasillo de la oficina… Todos estos son puntos de contacto con su futura empresa.
Los asociados suelen compartir sus percepciones de los candidatos, así que asegúrese de que cada persona con la que está disponible en la llamada se lleva una buena percepción de usted.
Lo que hay que evitar:.
Me gusta saludar a los prospectos cara a cara.
En una ocasión, un prospecto presumió que yo era un ayudante, me trató de forma muy extraña y me pidió groseramente que le trajera algo para consumir alcohol.
Más tarde se llevó un susto cuando vio que yo era la persona que dirigía la reunión. Lo que más me molestó fue que asumiera que podía tratar así a un miembro del personal.
3. Causa una buena primera impresión sobre ti mismo.
Las primeras impresiones son muy importantes y, en algunos casos, las señales no verbales son más importantes que las verbales.
En los primeros minutos de una reunión, se trata de sonreír con confianza, temblar las manos con firmeza, hacer contacto visual y normalmente mostrar que estás más que feliz de estar allí, mostrando que deseas el trabajo.
Inclínate un poco, curva un poco las cejas y espera a que te den la bienvenida para sentarte. En cada pequeña cosa que hagas, prevé una perspectiva de energía, interés y también tasa de interés.
Vístete para el evento, intenta que tu estilo coincida con el de la empresa para la que hablas.
A través de su página web o de los canales de las redes sociales puedes obtener una buena sugerencia del tipo de atuendo adecuado para el negocio.
Puedes descubrir estos detalles en el contenido relativo a su cultura empresarial y, además, el reclutador puede aconsejarte adicionalmente antes de la reunión.
Es cierto que pretendes proyectar tu carácter y encanto, pero también quieres estar cómodo, si tienes dudas vete siempre por el lado más oficial.
Lo que hay que evitar:.
Una vez hablé con un cliente potencial que había pedido un vaso de agua mientras esperaba.
El vaso estaba helado y debió de salpicarle justo antes de que le atendiera, así que mi impresión fue la de un apretón de manos frío y húmedo.
Así que, si pides algo para consumir antes de la entrevista, mantén siempre el vaso en la mano izquierda.
4. Prepárate para tener una primera charla minúscula.
Una buena conversación puede tener grandes consecuencias. Esta pequeña charla inicial puede desarrollar la relación necesaria para empezar a crear esa química que caracteriza todas las relaciones de servicio eficientes.
Como parte de su trabajo de preparación para la entrevista, es una buena sugerencia planificar con antelación algunos temas posibles que puedan acercarse a la ayuda para que la conversación fluya de forma eficiente y normal.
El truco consiste en encontrar temas en los que tengas un tipo de interés común con el entrevistador o la empresa para asegurarte de que eres capaz de preguntar y abordar las preocupaciones de forma creíble.